Como un juego de niños

Simulemos algo parecido a la realidad
Juguemos a las escondidas entre tus parpados
Perdamos nuestros sentidos como adolescentes embriagados
Quiero tener, no dejarte ir. Nunca
Regresa conmigo, aun no termina esta ronda
Un, dos, tres por mi y por todos los que te aman
Una lucha de pulgares para robarte un beso
Escondamonos, rapido, del mundo, de las palabras
Si sabemos que solo las miradas nos bastan
Las nuestras, la gente al carajo
Todos al carajo, dejémonos llevar.
Sube a mi carrusel, lleguemos del cielo hasta abajo
Choquemos con nubes de algodon de azucar
entre sonrisas tratando de mantenernos en pie
Olvidemos la vida, vivamos como niños nuestro amor.

Realidad Compartida

Algunas veces quiero, otras veces deseo.
Mentes confusas, que se aclaran con un sol invisible a tus ojos
Te deseo, tu muerte.
El acto consumado de un final opacado por un amor
Obligado, calculado, casi artificial.
Música para encontrar el camino.
No hay.
Juegos de niños, sonrisas apocalípticas del amor.
Nuestro amor.
El instante preciso que confundo lo real con lo lógico
Un mundo irreal, un mundo sin lógica
sin ti, ahora.
Puedo, pero no quiero estar sin ti
Contigo es aun peor
Amistad, amor, amistad, deseo, simple sexo

Algunas veces quiero, otras deseo.
Las calles humedas de un invierno actual
hojas rodeando mi camino, viento que ciega mis ojos
Observadores de tu realidad, de mi pena
Martirio compartido y deseado.
Te deseo, tu muerte.
Algunas veces te quiero, otras te deseo
Realidad ilógica
No hay.
Dos cuerdas entrelazan nuestras manos hartas de nosotros
Hartas del tiempo, del instante juntos
Sin ti, ahora.
Mis extremidades desechas de una guerra mundial
casi individual, imperceptible a mis sentidos.
Contigo es aun peor.
Alejate de mi, pero cerca de mi corazon reposa.
Amistad, amor, amistad, deseo, simple sexo

Paseo

Uno, dos, catorce escalones para alcanzar la calle.
Dos personas de la mano, queriendo decirse mil cosas.
Tres autos, lentos por una alameda solitaria y invernal.
Cuatro gringos fotografiándose en la entrada del Santa lucia.
Cinco segundos me faltaban para el semáforo de la calle Mc Iver.
Seis imágenes de un vuelo permanente de mis misteriosas mariposas.
Siete días el termino de una semana.

Camino, descubro, cada detalle que siempre estuvo ahí.
Nunca lo vi, tan rápido mi tiempo se ha ido, sin retroceder.
Las olas golpean con un rugido inerte las rocas de mis entrañas
transformando la marea en sensaciones interminables.
Dejandome llevar por las olas que mojaban mis ojos
Solo me doy cuenta de la realidad.
Las nubes, las calles, solitarias
Siempre, siempre o casi lo mismo de un siempre
que me quedo plasmado en el acantilado de la vida.

Siete días el termino de una semana.
Seis imágenes de un vuelo permanente de mis misteriosas mariposas.
Cinco segundos me faltaban para el semáforo de la calle Mc Iver
Cuatro gringos fotografiándose en la entrada del Santa lucia.
Dos personas de la mano, queriendo decirse mil cosas.
Tres autos, lentos por una alameda solitaria y invernal.
Uno, dos, catorce escalones para alcanzar la calle.

Ella

Luego de leer esa novela, de que me llenara de recuerdos y de cosas que algún día quisiera hacer, me permitió, entenderte.
Siempre quise, nunca pude, pero ahora te comprendo. Es tu forma, tu amor, tus caricias casi imperceptibles pero que con una sola de ella desaparezco. No quiero cambiar, y te informo no lo haré y tampoco te pediré a ti que cambies, solo te pido que te quedes así porque te comprendo.
Algo me hizo quererte, quizás a escondida entre murallas infinitamente imaginarias. El tiempo quiso que el presente (el cual me gusta) dijera de nuevo si.
Da lo mismo lo que sintamos, lo importante es sentir. Eso es todo, con eso me basta.
Aveces me cuesta creer que de verdad pueda estar contigo.No te lo digo, no me lo dices.
Te entiendo y así te quiero, pero para mi