lunes, 15 de agosto de 2011

Paseo

Uno, dos, catorce escalones para alcanzar la calle.
Dos personas de la mano, queriendo decirse mil cosas.
Tres autos, lentos por una alameda solitaria y invernal.
Cuatro gringos fotografiándose en la entrada del Santa lucia.
Cinco segundos me faltaban para el semáforo de la calle Mc Iver.
Seis imágenes de un vuelo permanente de mis misteriosas mariposas.
Siete días el termino de una semana.

Camino, descubro, cada detalle que siempre estuvo ahí.
Nunca lo vi, tan rápido mi tiempo se ha ido, sin retroceder.
Las olas golpean con un rugido inerte las rocas de mis entrañas
transformando la marea en sensaciones interminables.
Dejandome llevar por las olas que mojaban mis ojos
Solo me doy cuenta de la realidad.
Las nubes, las calles, solitarias
Siempre, siempre o casi lo mismo de un siempre
que me quedo plasmado en el acantilado de la vida.

Siete días el termino de una semana.
Seis imágenes de un vuelo permanente de mis misteriosas mariposas.
Cinco segundos me faltaban para el semáforo de la calle Mc Iver
Cuatro gringos fotografiándose en la entrada del Santa lucia.
Dos personas de la mano, queriendo decirse mil cosas.
Tres autos, lentos por una alameda solitaria y invernal.
Uno, dos, catorce escalones para alcanzar la calle.

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