viernes, 4 de septiembre de 2009

Sutil Y delicado # 8


-Sensaciones, sensaciones, sensaciones, es que ya no puedo sentir otra cosa sino que solo sensaciones inútiles que hacen despertar y volarme hasta más allá de las nubes-dijo Sofía justo antes de besar a Máximo.
De hace más de un mes que Sofía y Máximo pasaban la mayoría de las noches juntos, poco a poco empezó a crecer ese cariño que ambos sentían por el otro. Miradas que hacían temblar las cumbres más altas de la tierra.
Ella había conseguido un trabajo en aquel café donde siempre recurría a escapar del mundo, el seguía con su taxi, pero con una nueva rutina, todas las noches pasaba a buscarla en aquella esquina que la recogió la primera vez que la conoció.
Ahí estaba ella como en un día normal parada con su cartera y su mirada provocativa y perdida a la misma vez, en el momento en que vio acercarse el taxi de Máximo ella sabía lo que iba a decirle. Al llegar adonde ella estaba, inmediatamente se detuvo y ella subió.
-Al Hotel Principado, por favor.
-Otra vez con lo mismo- Le dijo máximo al mismo tiempo que se volteaba para besarla y luego ambos reírse.
Para Sofía estar con Máximo le hacia la vida más fácil, más feliz. Ya ella había olvidado todo lo que había ocurrido, aunque de vez en cuando recibía una llamada, que le volvía a abrir los sentidos pero ahí siempre estaba Máximo para que con sus caricias y palabras bonitas borrar todas esas cargas que poseía Sofía al momento en que la conoció .Su amor hacia ella iba creciendo día a día, Tanto así que por las noches mientras ella se dormía a su lado el se envolvía en un manto de fantasía observando a la mujer que para él era su princesa en su vida de hadas y castillos. Recorrer el cuerpo de Sofía con su mirada se había convertido en uno de sus pasatiempos favoritos, aparte de tocar sus labios con la punta de sus dedos, cada noche recordaba todo relacionado con ella. Nunca se quería separar, jamás la iba a perder. Máximo estaba dispuesto a entregar su propia vida para proteger a esa mujer que le robo el sueño, al igual que el corazón.

Todos los días mientras se sentaban a comer, los dos consumían sus miradas en el océano de recuerdos y amor que ambos habían creado en tan poco tiempo
La lluvia caía despacio y armoniosamente ya se había acabado el sutil y delicado invierno en Sevilla, pero empezaba un sutil y delicado invierno en Argentina, como también comenzaba su nueva historia de amor. Esa historia de amor que ella no esperaba encontrar, ni que él andaba buscando.


Ambos perdidos en una ciudad solitaria caminando sin rumbo alguno hacia un lugar mejor, donde nadie encontrara ese océano de pasión que ambos fueron creando con lágrimas por la pena de amores anteriores.
Y así todo se le iba olvidando lentamente, sería un perfecto final para una historia tan simple y delicada, pero faltaría algo una gota de muerte o suspiro, mejor dejemos todo así, que el resto se consuma y que lo cree tu mente la misma que se imagino todo lo ocurrido.

- Así un perfecto final o nos consumimos en los mas tristes episodios de la vida de un ser humano, dejate llevar pierdete en este mundo de control absoluto , vive del amor , olvida las palabras falsedad y capricho- le dijo Sofía mientras se despedia de maximo en el Aeropuerto.

The end?

2 comentarios:

  1. no se pq presentia q se iba a ir con maximo XD
    wena la historia :'3

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  2. Te digo algo?? me fascino! :D xD te tengo en mis links y seré parte de tus seguidores ;) cuidate diego :)

    Adios


    .
    ConaMaria

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